El Gestor De Energía en 2018
Arrancamos con fuerza el 2018. Muchas cosas han cambiado desde que las empresas empezaron a remontar la crisis y empezar a incrementar sus ventas en todos los sectores, incluso en la construcción.
Y la situación de costes de la energía es claramente alcista. Podemos decir que la nube de precios bajos que algunos utilizaban para justificar que no había cambio climático se está disolviendo y el acceso a la energía cada vez se complica más.
Los precios del petróleo siguen su escalada de precios y vemos como países de medio oriente tienen problemas de estabilidad. Además los países en vías de desarrollo BRICS (Brasil, Rusia, India, China) van a toda marcha demandando recursos, y los recursos son limitados.
Me gusta mantenerme informado de primera mano de la evolución de los países. El pasado año estuve una vez más por China y el cambio que ha dado en los últimos años sigue imparable. En octubre visité Rusia y aunque allí tienen recursos de sobra, están superando el bache de años anteriores y su consumo está disparado, lo que repercute directamente a Europa. Y en cuanto a la India, colegas ingenieros en energía, me explican que el crecimiento económico de la clase media trabajadora sigue el camino de China.
Los precios de acceso a la energía se incrementan porque cada vez somos más los que queremos acceder a este recurso. Se puede ignorar, pero no negar.
En 2018 nos enfrentamos a un año de precios altos y por lo tanto las empresas tendrán la obligación de empezar a tomarse en serio este gasto creciente en sus balances.
El conocimiento en materia de energía y mercados, ya empieza a ser alto y en 2017 ha sido raro encontrar una empresa que no disponga de un asesor energético capaz de negociar los precios de mercado más adecuados para la compañía.
Pero los retos no se encuentran en conseguir un buen precio, cosa que creo que está bastante avanzado, sino en reducir la demanda de las empresas.
El sector industrial está muy adelantado en este aspecto, ya que el perfil técnico de los responsables hace muchos años que tiene asignado el coste energético en el producto y es muy consciente de las acciones que tiene que acometer para reducir los costes energéticos. Además, en el plano de las multinacionales, el conocimiento y experiencia se amplía al disponer de comités internacionales de actuación.
En el sector terciario, especialmente el mal llamado “minorista”, es el que acumula mayores problemas. Y cuando digo “minorista” me refiero a menos de 1.000.000€/año de consumo de energía.
Estas empresas que representan una gran mayoría, tienen los problemas más grandes con la energía y por supuesto son las que más potencial de ahorro tienen.
El problema es que gestionar la energía de una empresa requiere un profesional muy capacitado en diferentes disciplinas que le permita entender los consumos y detectar medidas de ahorro que pueda llevar a la dirección para que sean aprobadas e implantadas.
Es en este punto cuando todo se tuerce. Sabemos muy bien lo que ocurre cuando la dirección aprieta a los mantenedores para que reduzcan consumos, pero sin darles las herramientas de formación y tiempo necesario. También tenemos a los directores y gerentes encargados de hacer funcionar toda una actividad con sus problemas de gestión de personal, compras, calidad, etc. Y les piden que además, bajen la factura de la luz.
Hay muchos casos que son bien conocidos, y cuando se concluye que una opción es la de contratar una empresa externa que haga servicios de eficiencia energética, se considera un gasto, y no una inversión. Aunque la empresa plantee al empresario fórmulas de Ahorros compartidos o modelos ESCO.
Concluyendo, se han descartado muchos proyectos de mejora de eficiencia energética y todos conocemos casos de ahorro directo con inversiones perfectamente asumibles (ROI inferiores a 5 años).
La era del LED está llegando a su fin y la figura del Gestor Energético en sus diferentes niveles de especialización va a marcar la diferencia entre ahorrar o ser competitivo.
Creo que es trabajo de los gestores energéticos comunicar y mostrar a los empresarios sus capacidades, sus casos de éxito y el valor de un trabajo bien hecho.
En 2018 la necesidad de ahorrar va a ser más evidente que nunca, espero que el tiempo ponga a cada uno en su lugar y los gestores energéticos tengamos grandes oportunidades de hacer lo que sabemos.
Un feliz año a todos!
Comments
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Muy buen post Adrián. Coincido en todo lo que comentas.
Un saludo,
Muchas Gracias Daniel, que tengas un gran año.